martes, 8 de noviembre de 2011

Tiempo y frecuencia de tratamiento

Todo el tratamiento no debe llevar más de 45 minutos, desde que el paciente entra en la habitación hasta que se marcha. Aquí van incluidas conversaciones que se puedan dar al inicio o al final de la sesión, de esta manera como sesión propiamente tal dura solo 30 minutos.

 Es recomendable no atender demasiada gente en un solo día sobre todo al principio. Cuando tengas más experiencia conocerás tus limitaciones. Por lo general, dos personas por la mañana y dos por la tarde son suficientes. Si te cansas demasiado, entonces puedes reducir el número de pacientes hasta que estés a gusto. Date un poco de tiempo entre un paciente y otro. Si recibes a un paciente cada hora tiene que darte 15 minutos entre uno y otro. Como llegues a ser conocido, puede que los pacientes empiecen a ser exigentes contigo y pretendan verte en momentos difíciles o inconvenientes. Es importante no dejar que lo pacientes se aprovechen de ti. Si no te conviene verlos, díselo. Es importante que mires por ti tanto como por los demás. Si respondes a todas las peticiones y no prestan atención a tus necesidades pronto estarás agotado, resentido e incapaz de ayudar a nadie. No se puede determinar a priori el número de tratamientos que se necesitan. Cuantos más tratamientos se hagan, más profundo será el afecto, pero puede ocurrir que un solo tratamiento o unos pocos consigan resolver el problema. No tienes autoridad como curandero, para prescribir un número determinado de tratamientos. Sin embargo, si el problema es grave, puedes recomendarle a un paciente que venga con regularidad una vez a la semana o dos en casos extremos durante 3 ó 4 semanas. Luego los tratamientos se pueden espaciar hasta una vez cada dos semanas, luego cada tres, etc. Muchos pacientes suceden solo cuando quieren y aunque tú puedes recomendarles que vengan más a menudo si lo consideras necesario la elección siempre corresponde a ellos. Así como evitamos responsabilizarnos y queremos que otro nos cure lo más rápido posible, pero aumentar los tratamientos no significa necesariamente agilizar la curación. Una vez que el cuerpo ha absorbido la energía que necesita, ya no absorbe más aunque el tratamiento continúe. Existe un ritmo de curación que hay que respetar. Habrá pacientes también que irán de un curandero a otro incluso el mismo día con la esperanza equivocada de que eso aumentara la cantidad de recuperación.

Recibir tratamiento curativo de más de un curandero puede crear una mayor contusión. Cada curandero sintoniza de una manera distinta por lo que hay que advertirá a los pacientes que estén solo con uno durante un tiempo. Las otras formas de tratamiento, distinta a la imposición de manos, no interfieren en el proceso. Pero las energías pugnan demasiado entre si para que puedan ser eficaces para el cuerpo.

La frecuencia de un tratamiento depende del estado de la sangre del paciente. Debido al alto grado de estrés y al trastorno que eso produce en el organismo, los curanderos encuentran invariablemente la sangre es la parte más contaminad del cuerpo. El estrés acumulado descarga toxinas al flujo y este se tiene que limpiar y vigorizar antes de continuar con la sesiones. Cuanto más duren los tratamientos mas cantidad de productos recibirá la sangre. Por ejemplo, conforme vayan menguando las artrosis situaciones parecidas, los cristales que dichas afecciones han demorado irán al flujo sanguíneo y desaparecerán. Por tanto, la sangre se tiene que limpiar bastante para hacer el tratamiento.

(5) Regan, Georgina. Shapiro, Debbie. (1990). La curación con las manos guía práctica para desarrollar tu latente capacidad curativa. España: EDAF.

Los simbolos del Reiki

De acuerdo a la más común enseñanza Reiki, existen tres símbolos luminosos que pueden emplearse por los practicantes de segundo grado. Y hay dos símbolos más, dentro de la tradición Usui, reservados al grado de Maestro.
Los símbolos del Reiki son:
• el CHO-KU-REI
• el SEI-HE-KI
• y el HON-SHA-ZE-SHO-NEN

símbolos reiki
Los símbolos Reiki provienen de una tradición espiritual rica en imágenes e iconos, la Escuela TENDAI de Budismo Tántrico japonés. Aunque el Reiki se haya constituido como un sistema aparte de las diversas religiones o tradiciones espirituales, no es menos correcto recordar el trasfondo cultural en el que Mikao Usui desarrolló y expuso el Reiki.

En síntesis, los símbolos tienen las siguientes correspondencias:
• CHOKUREI = potenciación
• SEIHEKI = purificación
• HONSHAZESHONEN = canalización
Además, cada uno predomina en un plano vibraciones determinado, sin perjuicio de su alcance en cualquier otro nivel de energía o consciencia:
• CHOKUREI = físico/vital
• SEIHEKI = emocional/mental
• HONSHAZESHONEN = causal/kármico


martes, 27 de septiembre de 2011

Niveles de Reiki



El Reiki Usui tiene 3 niveles más Maestría Docente. En Reiki 1 el discípulo recibe su primer alineamiento combinado; luego otro para el grado de Reiki 2 y otro más para el Reiki 3; Cuando decide ser Maestro Docente, recibe otro alineamiento y las instrucciones para alinear a otras personas. Las personas que lo reciben experimentan sensaciones determinadas, aunque según la persona, diferentes. Dicho alineamiento no aporta nada nuevo; solo abre y sintoniza lo que ya estaba en la persona.

En Reiki I el alineamiento sana, en el plano físico los malestares de la persona que lo recibe; la salud física suele acusar mejoría perceptible durante los meses siguientes al alineamiento, y las sesiones de Reiki I son primordialmente auto-terapéuticas. El terapeuta de Reiki I también puede obtener la curación de una persona físicamente presente. Este proceso, se lo llama de Sanación directa: el sanador debe imponer las manos directamente sobre la persona o sobre sí mismo. Se tarda aproximadamente 3 semanas para que la energía se acomode y la persona se adapte al alineamiento, teniendo en cuenta que está entrando en su aura y su organismo un flujo de Ki (energía) más intenso que cuanto haya experimentado antes, lo cual purifica el aura y los chacras. Por ese motivo es recomendable, después del primer alineamiento, practicar diariamente una sesión de auto terapia; por lo menos por los primeros 21 días lo ideal sería hacerse el auto tratamiento 2 veces por día. También en este nivel se trata animales, alimentos, plantas, medicamentos proporcionándoles energía Vital universal para su mejor funcionamiento. 


El alineamiento Reiki II aumenta considerablemente la capacidad de 
energía curativa, dirigiéndose ésta de manera más específica a los 
aspectos emocionales, mentales y kármicos de la curación en quién lo recibe. La curación en el nivel Reiki II añade instrumentos como los símbolos para sanar a alguien que no está físicamente presente: es la curación a distancia. El Reiki III incrementa aún más las herramientas de trabajo para el Terapeuta, porque recibe el símbolo considerado como de Maestría practicante del Sistema USUI. Se le llama a este nivel la “Sanación del alma”. La siguiente etapa es la de Maestro de La Luz, entendiendo por Sensei sencillamente lo que indica la palabra. Alguien que ha llegado a dominar un sistema y está capacitado para transmitirlo; sin añadir ninguna connotación de vanidad ni sentido de la propiedad alguno. El terapeuta de Reiki III experimenta una acentuación aún mayor de su capacidad de canalizar energía. El Reiki III comprende nuevos símbolos y el grado de Maestro de la Luz (Docente) comprende el método para pasar los alineamientos. Este grado se recomienda solamente a quienes pretendan dedicarse en serio a la tarea de Sanación, y más en particular a quienes deseen enseñarlo y hacer del método una parte esencial de su vida.



El Reiki como sistema de comunicación

El reiki como sistema de comunicación permite la interacción entre sanador y paciente. 
El sanador.- Esta persona realiza su función curativa empleando su energía mental y además, es el conducto por donde circula la energía Rei. Será el transmisor de esta forma de energía curativa al paciente.
El paciente.- Es el receptor o destinatario de la energía curativa Rei que le envía el transmisor. El paciente es quién se cura a si mismo, con el poderoso apoyo de la energía del universo. El efecto
final de la recepción de la energía Rei en el paciente, es que facilita que este haga circular fluidamente su propio Ki, con la cantidad y calidad necesarias para que pueda vivir saludablemente.
 Así el paciente logra la reconexión con la Energía Maestra del Universo y consecuentemente se originan procesos de revitalización física, mental y emocional que dan lugar a un estado de bienestar general y de salud.



¿Qué es el Reiki?


Reiki es una terapia complementaria a la medicina tradicional, descubierta por el japonés Mikao Usui, quien la definió como "energética vital que viene de la fuente", Jesús la utilizaba para sanar a los enfermos. La sílaba Rei puede traducirse como universal, mientras que Ki significa energía vital. Es una práctica milenaria de Medicina Natural, que es catalogada como la más integral y completa de todas las terapias de salud complementarias, ya que potencia el equilibrio de la energía vital del organismo humano de manera profunda, integral y permanente.

Reiki es una técnica Holística ya que armoniza todos los planos del ser humano, armoniza el plano físico, el plano mental, el plano emocional y el plano espiritual. Reiki toma al ser humano como un todo por lo tanto lo armoniza en conjunto. Reiki armoniza a través de la Energía Vital Universal por lo tanto es una técnica natural que no agrede al cuerpo de ninguna manera y tampoco crea adicción ni efectos secundarios o colaterales ya que no se utilizan sustancias químicas ni elementos extraños al cuerpo sino solo la energía de vida que está presente en todo ser vivo.
 
Al ser armonizados con la misma energía que nos sustenta nos estamos conectando con nuestra fuente de vida, nos conectamos con esa energía Universal maravillosa que a todo ser viviente le da la posibilidad de existir y ser. 


Una sesión de Reiki puede durar aproximadamente cuarenta y cinco minutos. La sesión se realiza con el paciente recostado sobre una camilla, el cual se deberá descalzar y deberá tener ropa cómoda. Para la sesión el terapeuta de Reiki coloca una música suave y aromatiza el ambiente, lo cual ayuda a que el paciente se relaje y pueda disfrutar del encuentro con la energía Reiki. Durante la sesión el reikista coloca sus manos sobre zonas específicas del cuerpo del paciente para ir armonizándolo.